Mucho hemos visto y oído acerca del estilo escandinavo pero hay mucho más detrás:
El arte de vivir bien. ¿Cómo conseguirlo? En un entorno hogareño sencillo y con un estilo de vida ordenado.
El estilo escandinavo es un movimiento de diseño que surgió en las décadas de 1940 y 1950 y que se caracteriza por una filosofía minimalista que propugna la simplicidad, los colores neutros y la funcionalidad.
Luminosidad, sencillez y calma son la base de los interiores de este estilo.
Sillón "Egg" de A. Jacobsen
La naturaleza y el clima nórdico inspiran diseños sencillos, limpios y elegantes. Uno debe estar en armonía con el entorno y los objetos deben estar hechos para durar.
Para ello, los diseñadores se centraban en el interiorismo y diseñaban mobiliario pero además productos textiles y de iluminación, accesorios y artículos de uso cotidiano como vajilla, cubertería y utensilios de cocina.
A. Aalto
Durabilidad, funcionalidad y fiabilidad son los principios a la hora de diseñar mobiliario pero también igualdad, simplicidad, confort y placer visibles a través de las formas naturales de una discreta elegancia. Encontraremos madera, piel, lana, algodón y lino entre los materiales más utilizados.
Hans J. Wegner
Los fundadores de este estilo son Alvar Aalto, Poul Henningsen, Arne Jacobsen y Hans J. Wegner, entre otros. También Greta M. Grossman con su lámpara Gräshoppe:
Toma nota para conseguir este estilo en tu hogar:
Sobre un fondo neutro para unificar, añade una pieza de diseño como punto focal. No olvides que los materiales naturales son clave! pero además añade plantas y un toque de color en los textiles y/piezas de arte. Azules, mostazas o rojos que funcionen como acento. Y, si quieres dar un paso más, elige un papel pintado geométrico...
Una gran alfombra y velas de aroma son importantes para conseguir ese "algo" que nos proporciona el bienestar de un refugio donde envolverse de paz, quietud y comodidad.
¿Preparad@ para crear tu espacio personal y relajado?
Fuente: Diseño Escandinavo. Autor: Allan Torp.
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