Hay dos cosas en una vivienda difíciles de cambiar: los metros cuadrados y la iluminación. Por eso, cuando nuestro hogar empieza a resultarnos pequeño, debemos tener en cuenta varias cosas para poderlo potenciar.
“A hogares pequeños: grandes soluciones”
Si eres un amante de la decoración y a la vez de la funcionalidad, esta lista te puede ayudar:
La elección de los materiales es esencial: superficies claras que reflejen la luz. Puede ser en los suelos, en los alicatados, en la encimera de la cocina o en, general, en los muebles.
Soluciones a medida (y no por ello más caras): aprovechar cada centímetro lleva detrás un diseño. Por eso, intenta aprovechar centímetro de tu vivienda para construir un cabecero con almacenaje, una estantería de un saliente o una zona de trabajo en un rincón. El trabajo de carpintería es un arte. Puede que no encuentres el mueble ideal en medidas y estética, pero un profesional te puede ayudar.
Fotografía: El Mueble
Combina el almacenamiento abierto (más decorativo) con el cerrado (y mantén el orden). Muchas son las cosas que acumulamos en casa, nos pasa a todos. Pero el “orden visual” es esencial en espacios pequeños. Por eso, las estanterías “voladas” por ejemplo, te sirven para exhibir la decoración que más te guste; el almacenaje cerrado, para mantener los enseres del día a día ocultos y ordenados.
Iluminación: es fundamental que la las estancias pequeñas dispongan de diferentes tipos de iluminación. Evidentemente, la luz natural es la primera pero es muy importante que ésta sea complementada con luz difusa, luz puntual, luz de rebote… Utiliza luminarias de techo, de pie, de sobremesa y elige bien luz fría o cálida en función de la estancia.
Textiles y complementos: para vestir las ventanas, visillos o estores claros que dejen pasar la luz y, para que parezcan más grandes, ponlos más anchos que la ventana o balcón, sobredimensionándolos. Recuerda que las alfombras dan calidez pero a la vez delimitan los espacios. Debes tener en cuenta el tamaño de las alfombras pero también sus colores, grosor y su estética. Si quieres dar un punto de color o estampados más alegres, hazlo en pequeñas dosis, como en los cojines. Espejos y decoración de pared: allí donde la luz natural no llega, hazte con un espejo que la rebote y redimensione la estancia. Los cuadros y la decoración de pared no ocupan, personalizan y dan profundidad.
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